Ya estamos en pleno verano y quieres lucir ese modelito que te has comprado en rebajas. Pero cuando te lo pruebas en casa, el alma se te cae a las piernas (nunca mejor dicho). Te das cuenta de que el vestido acentúa tu figura hasta las rodillas y que después, por culpa de la retención de líquidos tus piernas y tus tobillos han pedido esa forma grácil y delicada que te encanta lucir. ¿Qué hacemos?

¿Nos cruzamos de brazos y dejamos pasar el verano dejando nuestro fantástico vestido perdido en el fondo del armario, o cogemos el toro por los cuernos y nos ponemos manos a la obra para atajar el problema? Y como la actitud es lo que cuenta, y sabemos que tú siempre buscas soluciones, te dejamos una serie de consejos para que minimices al máximo esa retención de líquidos tan molesta que te afecta por dentro y por fuera.

La retención de líquidos o Hidropesía es una acumulación de líquidos en los tejidos que nos afectan especialmente a nosotras y que se acentúa con las altas temperaturas de la época estival. Entre los factores que la predisponen, se encuentran una alimentación incorrecta, falta de ejercicio y poca hidratación diaria.

¿Cómo podemos combatirla?

Te presentamos una serie de fáciles consejos, que con un poco de voluntad, esfuerzo y tesón, harán que tus piernas vuelvan a la normalidad y puedas lucirlas durante todo el verano.

CONSEJO 1. Alimentación saludable. Sigue una dieta baja en sodio y come alimentos naturales como frutas o verduras.

CONSEJO 2. Hidrata tu cuerpo. Bebe agua para estar bien hidratada. Mínimo beber al menos 1,5 l. de agua diario. Esto nos ayudará a limpiar el organismo y eliminar toxinas.

CONSEJO 3. Practica ejercicio regularmente. Muévete y práctica ejercicio físico. Anda, corre, nada, ve en bicicleta o apúntate al gym. Todo vale menos estar sentada.

CONSEJO 4. Tratamientos profesionales complementarios. En el mercado hay numerosos tratamientos que pueden ayudarte a mejorar la retención de líquidos: presoterapia, mesoterapia, masajes linfáticos, etc.

Aunque la retención de líquidos no es una enfermedad en sí misma, se presenta como síntoma de otras dolencias relacionadas con el corazón, los riñones o el aparato digestivo. Así que ya sabes, si has seguido nuestros consejos y continúas reteniendo líquidos, consulta a tu médico, evita males mayores y vive más tranquila y feliz.