¿Has oído hablar del Rooibos? Tanto con el sí como con el no, hoy te invitamos a leer nuestro post porque te presentamos todas los propiedades y beneficios que esta bebida le regala a nuestro organismo para sentirnos bien por dentro y por fuera.
A pesar del nombre oficial, el té Rooibos debe considerarse más una infusión que un té. Y eso lo convierte en el regalo perfecto, y muy variado, con el que acabar el día, reservándonos ese ratito para nosotros cuando todos están ya en la cama.
Tiene su origen en Sudáfrica y, más concretamente en la región de Cederberg. De unos años a esta parte, el Rooibos ha ganado no solo fama, también interés por muchos adictos a las infusiones gracias a sus variadas propiedades. Y es que, el Té Rooibos es rico en Vitamina C y antioxidantes, por lo que ayuda a combatir muchas de las enfermedades que surgen a causa del envejecimiento de las células. Por otro lado, también cuenta con una gran riqueza de minerales como el calcio, el zinc y el magnesio, ayudando a que nuestro sistema nervioso funcione de maravilla. ¡Nuestro cuerpo no se merece menos!
Una vez desveladas sus propiedades, y para acabar de convencer a los más escépticos solo nos falta resaltar sus beneficios, que por supuesto ¡no son pocos!
- Es un aliado perfecto para combatir problemas de piel, ya sean irritaciones o acné. Aplicando una gasa mojada en el té sobre la zona afectada, calmará y mejorará su estado.
- Gracias a sus propiedades antioxidantes, es maravilloso para la circulación. Muy importante para disfrutar del verano al 100%, si padeces de piernas cansadas.
- Si estás teniendo problemas para concebir el sueño, ¡ésta es la ayuda que necesitas! Entre sus beneficios se encuentra su propiedad relajante, ya que hablamos de una infusión sin teína.
- Y por último, el té Rooibos actúa directamente sobre el aparato digestivo, aliviando problemas como la indigestión, inflamaciones estomacales, cólicos…
Caliente en invierno o frío en verano, el Rooibos es un compañero perfecto durante todo el año para sentirnos bien.