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¿A quién le amarga un dulce?

Primer plato, segundo plato, ¿y qué falta en nuestro menú? Pues claro, el postre! Y es que hoy, en nuestra tercera y última entrega de “Cómo seguir una dieta saludable”, nuestro objetivo son los dulces.

Generalmente, todos tenemos la idea de que los dulces son perjudiciales para la salud y que engordan mucho, no. Muchísimo! ¿Cuántas veces hemos reprimido ese inocente antojo de comprar una napolitana rellena de chocolate o una “Red velvet” para merendar?

Pero contra todo pronóstico, podemos asegurar que un postre puede ser saludable, sí, sí, como lo oís, sin olvidar, claro está, que hay postres y postres y que no todos los días debemos abusar de la tentación dulce… ¿quién pudiera, verdad?

Así que quitaros de la cabeza ya toda la bollería industrial y los postres excesivamente azucarados, porque este tipo de dulces son una verdadera bomba calórica para nuestro cuerpecito. Y os estaréis preguntando “entonces, si quitamos todo esto, ¿qué nos queda?” Buena pregunta, porque aún se puede disfrutar de una amplia gama de postres frescos, afrutados y sobretodo, de los caseros, porque hay que poner un poco de azúcar en nuestras vidas.

Los azucares son necesarios para nuestro organismo porque proporciona la energía necesaria para el correcto funcionamiento de los músculos y del cerebro, entre otros. Solo el cerebro es el responsable del 20% del consumo de energía procedente de la glucosa. Si la cantidad de glucosa disminuye, el organismo comienza a sufrir ciertos trastornos como debilidad, temblores, torpeza mental e incluso desmayos. Esta debería ser razón más que suficiente para no eliminar de nuestra dieta esos pequeños placeres que nos endulzan la vida. Así que ya sabéis, a dulcificarse se ha dicho.

Y para terminar, y como sabemos que lo estáis esperando, aquí os dejamos una fácil y rápida receta de un postre para complementar vuestro menú saludable. Ya veréis que buen sabor de boca os deja!

Gelatina multifrutas

Ingredientes

500 ml de zumo de naranja

500 ml de zumo de manzana

1 manzana

6 fresas

1 kiwi

1 plátano

12 hojas de gelatina

1 cucharadita de aroma de vainilla

Preparación

Paso 1. Calentamos el zumo de naranja y manzana y le añadimos las 12 hojas de gelatina. Removemos la mezcla mientras hierve ligeramente, hasta que no quede ningún grumo. Añadimos la vainilla y seguimos removiendo. Dejamos reposar fuera del fuego un par de minutos.

Paso 2. Colocamos la mitad de la fruta troceada en el fondo de un molde y añadimos el zumo. Agregamos por encima el resto de la fruta. Dejamos enfriar la gelatina unos 5 minutos antes de llevar a la nevera.

Paso 3. Esperamos un par de horas antes de desmoldar y servir.