Con la llegada del otoño, los cambios en el clima, la bajada de temperaturas y las rutinas más exigentes pueden debilitar nuestras defensas. Este es el momento ideal para prestar especial atención a nuestro cuerpo y adoptar hábitos que nos ayuden a mantenernos fuertes y saludables.

Uno de los aspectos clave para reforzar el sistema inmunológico es la alimentación. A medida que las estaciones cambian, también cambian nuestras necesidades nutricionales. Durante esta época, es recomendable consumir alimentos ricos en Vitamina C, como cítricos, pimientos y verduras de hoja verde. Esta vitamina es un potente antioxidante que ayuda a fortalecer nuestras defensas, protegiéndonos frente a resfriados y otras infecciones comunes en otoño.

Además de la vitamina C, hay ciertos ingredientes que pueden jugar un papel fundamental en el mantenimiento de nuestro bienestar durante esta temporada. La Equinácea, por ejemplo, es conocida por su capacidad para estimular el sistema inmunológico. Su consumo regular ha demostrado ser útil para prevenir infecciones respiratorias. También el Propóleo, una sustancia producida por las abejas, es un aliado natural para combatir virus y bacterias, actuando como un antibiótico natural que refuerza nuestras defensas.

abejas

Otro aspecto importante para cuidar nuestras defensas es mantenernos bien hidratados. Durante el verano solemos estar más conscientes de la necesidad de beber agua, pero en otoño no podemos olvidar este hábito. Nuestro cuerpo necesita estar bien hidratado para que el sistema inmunitario funcione correctamente. El agua de mar, por ejemplo, es una fuente rica en oligoelementos como el magnesio, el zinc y el cobre, esenciales para que nuestras células se mantengan saludables y actúen con eficacia en la defensa del organismo.

También es esencial cuidar nuestro descanso. El estrés y la falta de sueño pueden debilitar nuestras defensas, haciéndonos más susceptibles a enfermedades. Dormir las horas necesarias y practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, nos ayudarán a mantener un sistema inmunológico fuerte.

Finalmente, no podemos olvidar el papel de los hongos medicinales, como el Shiitake. Este hongo ha sido utilizado durante siglos por sus propiedades inmunoestimulantes, ya que contiene beta-glucanos, compuestos que activan nuestras defensas y mejoran la respuesta del sistema inmunológico.

Todos estos ingredientes mencionados —la vitamina C, el propóleo, la equinácea, el agua de mar y el shiitake— no solo forman parte de una dieta equilibrada para el cuidado de nuestras defensas, sino que también los puedes encontrar en IMUNIT, un complemento alimenticio especialmente diseñado para mejorar el sistema inmunológico.

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Esta fórmula única refuerza las defensas naturales del cuerpo, dejándolas listas para actuar de forma específica e inespecífica. En particular, destacamos su contenido en Agua de Mar, que aporta oligoelementos básicos que nutren a todas las células del organismo implicadas en el mecanismo defensivo, ayudando a enfrentar los desafíos que trae el cambio de estación.