Estamos en pleno verano y seguro que todos lo disfrutáis a tope. De todas formas, eso no quita para que nos cuidemos por dentro y por fuera. Uno de los errores más comunes que solemos cometer todos los años, es pretender disfrutar de interminables sesiones de sol sin consecuencias. Y es que, en dos días, ya queremos coger el color deseado y lucir moreno.
Esto no es nada bueno, sobre todo para nuestra piel, porque lo más probable, y con el ansia de ponerse moreno a toda costa, es que nos quememos. Llegados a este punto, no hay vuelta atrás, y nos toca pasar por la rojez, el picor y la irritación…
Si no tienes remedio y todos los veranos te propones que no lo vas a hacer, pero sigues cayendo en la trampa del verano, estás de suerte, porque hoy, desde Derbós, te damos unos pequeños consejos para evitar las temidas quemaduras solares.
CONSEJO 01. Nuestro consejo principal es prevenir esta situación evitando las horas de más calor y utilizando un súper protector solar…
CONSEJO 02. Debemos mantener la piel bien hidratada y proteguida antes, durante y después del sol con productos expresamente creados para ello. Podemos utilizar cremas “After sun” o geles que contengan aloe vera, rosa mosqueta o granada y protectores con una alto protector solar para mantener alejadas las quemaduras.
CONSEJO 03. Después de la exposición solar lo mejor es darse una ducha fresquita he hidratar bien la piel.
CONSEJO 04. Nuestra piel en verano necesita muchísima hidratación tanto por fuera como por dentro. Así que, además de las duchitas y las cremitas, ingiere mucho líquido. Bebe agua y zumos de frutas naturales para mantenerte hidratado.
Recuerda, hay que evitar las quemaduras solares, hazlo porque te vas a ahorrar un montón de inconvenientes que te impedirán disfrutar del verano como toca.