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Vivimos en un mundo hostil que gira a una velocidad inhumana. Queremos hacer de todo, en el poco tiempo que tenemos. Planifico desde el minuto en el que me despierto hasta que caigo rendido en la cama después de un día lleno de estrés, gritos, discusiones ynervios, muchos nervios.

Situaciones tan cotidianas como un examen, hablar en público o tener un exceso de trabajo pueden provocarlos, y la mayoría de las veces no somos capaces de controlarlos, dejando que la situación se nos vaya de las manos.

En Derbós, sabemos lo importante que es mantener la calma y no despeinarse ni en la peor de las situaciones. Hay que tener temple, como diría mi madre, y es verdad. La edad nos templa (al menos a mí), pero si aún sois jóvenes, tranquilos, seguid leyendo porque os traemos unos prácticas consejos para controlar los nervios y convertirlos en acero puro.

Sigue estos consejos y di adiós a los nervios del día a día

1- Ante cualquier situación estresante, cierra los ojos, respira profundamente 2 ó 3 veces y repítete que todo va a salir bien. Y sino, que todo pasará.

2-Ser positivos es muy importante, intenta ver siempre el vaso medio lleno. Esta actitud te dará el empuje necesario para afrontar la situación con claridad.

3-“Tu mente puede ser tu peor enemiga“… No le permitas que te infunda miedo y desconfianza. Tú vales mucho y te lo tienes que repetir continuamente.

4-Vayas donde vayas, planifica qué es lo que vas a decir o hacer. Esta pequeña preparación te ayudará a tener más seguridad en ti mismo a la hora de expresar tus ideas.

5-Adopta hábitos saludables. El ejercicio físico te ayudará a calmar los nervios y el estrés.

6-Descansa bien por la noche. Es muy importante para sentirte más fresco y analizar las cosas con mayor claridad, dándoles la importancia que realmente tienen.

La vida es una carrera, y tonto el último. Los nervios son una enfermedad silenciosa que puede pasarnos factura, y hacernos llegar el último. Pon en práctica estos consejos para controlar tus nervios… Tu mente y tu cuerpo te lo agradecerán, y la gente que te rodea, también.