Seguro que esta pregunta o similar te las has hecho alguna vez, y es que los remedios naturales o caseros se han convertido en la mejor solución para muchas de las dolencias leves del día a día. De la inquietud en conocer las propiedades de las plantas para conseguir remedios naturales efectivos nace la FITOTERAPIA, la ciencia que estudia la utilización de las plantas medicinales y sus derivados con finalidades terapéuticas, ya sea para prevenir, aliviar o para curar enfermedades. La Fitoterapia emplea remedios naturales o no industriales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este término se refiere tanto a los sistemas de medicina tradicional como a las diversas formas de medicina indígena.
Muchos principios activos utilizados en los preparados fitoterapéuticos contienen los mismos principios activos que los usados en la Medicina convencional pero preparados al margen de los procedimientos industriales a través de formas tradicionales como la maceración, la infusión o la cocción.
Estudios recientes demuestran que la tradición en el uso de las plantas medicinales da como resultado que 1 de cada 4 consumidores (25%) reconozca la Fitoterapia como una tradición familiar o de herencia de su entorno cultural.
En contraposición, la conocida como Medicina convencional es aquella en la que médicos y otros profesionales de atención de la salud (enfermeros, farmacéuticos, terapeutas, etc.), tratan los síntomas y las enfermedades por medio de medicamentos, radiación o cirugía. Esta corriente también se denomina biomedicina, medicina alopática, medicina corriente, occidental o medicina ortodoxa y se basa en desarrollos comprobados provenientes de las diversas ciencias empíricas como pueden ser la química, la botánica, la física, la electrónica o la biología.
A pesar de los importantes avances en la Medicina convencional, la Fitoterapia o Medicina natural sigue al pie del cañón para los escépticos de sustancias industriales. Y es que, de unos años a esta parte, esta corriente natural se ha hecho un hueco importante en la mente del consumidor llegando no solo a adultos, también a niños y personas mayores. Los avances tecnológicos relacionados con la extracción de los principios activos vegetales, han permitido que nuevas formas de consumo más concentradas y eficaces, como cápsulas o comprimidos, se posicionen en el mercado de una forma importante, porque aunque comparten el formato de los medicamentos habituales, son totalmente naturales ya que los principios activos han sido extraídos de forma natural e inalterada de la planta.
De esta forma, la confianza que depositamos en las terapias naturales ha crecido de un modo exponencial de tal forma, que encontrar este tipo de productos se ha convertido en algo muy sencillo. Son muchas las tiendas que se dedican a vender remedios naturales para todo tipo de dolencias. Pero este mundo, como ninguno conocido, es la panacea, y no debemos ser incautos y caer en las garras de tiendas sin escrúpulos que solo pretenden aprovecharse de nuestras debilidades para sacarnos hasta el último euro. Es importante buscar profesionales en tiendas especializadas, herbolarios o parafarmacias que nos aconsejen sobre el mejor producto para nuestras dolencias, y si éstas no remiten, buscar un segundo diagnóstico en la Medicina convencional.
Así pues, la fitoterapia es muy efectiva y está muy bien para cierto tipo de dolencias, pero no hay que olvidar que no llega a todo. Debemos ser conscientes de sus limitaciones y ser lo suficientemente inteligentes como para saber cuándo una infusión me va a calmar el dolor de cabeza y cuando debo visitar a mi neurólogo para que me dé un buen diagnóstico, y evitar males mayores.
Vivimos en el siglo XXI y recuperar tradiciones ancestrales con las que aprender de la naturaleza la forma de poder vivir mejor, siempre nos enriquece y nos hace conocer mejor nuestro entorno, a nosotros mismos y sobre todo a nuestro planeta, poniéndonos en relación directa con los elementos que nos rodean. Pero al igual que los tratamientos de la Medicina convencional varían según el organismo de cada persona, los resultados de productos naturales también lo hacen, generando unos efectos secundarios diferentes en cada uno de nosotros. Por tanto, el consejo es coger lo mejor de cada una de estas dos disciplinas y aprovecharnos al máximo de ellas para vivir feliz y mejor. Mucho mejor.