Beber cerveza, de una forma moderada, le aporta a nuestro organismo grandes beneficios. Pero una cosa es la cerveza, y otra la levadura de cerveza. Para aclararos qué es y cómo nos podemos beneficiar de ella, sigue leyendo, porque a partir de ahora, beber cerveza se va a convertir en una experiencia mucho más placentera y sana.
La levadura de cerveza es un hongo (no le hagáis ascos y acabad de leer), que se utiliza industrialmente en la fabricación de pan, cerveza e incluso vino, entre otros productos. Este hongo es un multivitamínico natural por la gran cantidad de vitaminas que le aporta a nuestro organismo. A parte de una amplia gama de vitaminas de la familia B (1, 2, 5, 6, 9, 12), también contiene un importante aporte en minerales como potasio, hierro, cobre, magnesio, zinc y calcio.
Propiedades de la levadura de cerveza
La levadura de cerveza fresca normalmente se emplea en la elaboración de pan. Su versión en polvo o escamas se utiliza como complemento alimentico y tiene numerosas propiedades nutricionales, -que os acabamos de presentar-, muy saludables para nuestro organismo, y que podemos incorporar a nuestros platos.
Además, la levadura de cerveza es una gran fuente de proteínas vegetales, -más del 25% en una sola cuchara. De esta forma, este hongo se convierte en un gran aliado para aumentar el aporte de proteínas en nuestra alimentación, si fuera necesario.
La levadura de cerveza también es rica en fibra, y ofrece una gran cantidad y variedad de micronutrientes.
Encontrarla es muy sencillo. Lo podemos hacer tanto en herbolarios como en grandes superficies, debido a cómo se ha extendido su uso en los últimos años. Además, podremos adquirirla en diferentes y variados formatos según nuestras necesidades: en polvo, en escamas e incluso en cápsulas.
Sea como sea, desde Derbós os invitamos a incorporarla a vuestra dieta. Veréis qué diferencia.