No os podéis imaginar el revuelo que ha habido esta mañana en la oficina cuando nos hemos enterado que por fin ha empezado la temporada de la granada. ¿Y por qué?, os preguntaréis, porque a parte de ser una fruta de lo más sabrosa, aunque un poco complicada para paladares sensibles, la granada tiene una serie de propiedades que la hacen perfecta para nuestra salud.
Así que seguid leyendo porque os vamos a contar el debate que hemos tenido sobre todo lo que la granada puede hacer por nosotros… Todos hemos coincidido que la granada es una fuente de salud interminable, y que hay que aprovechar la temporada para disfrutar de esta fruta exquisita, solo apta para sibaritas.
El consumo habitual de granada, tanto en forma de zumo como natural, es una buena forma de reducir el riesgo cardiovascular, ya que previene la concentración y la oxidación del colesterol “malo” (LDL), y mejora la elasticidad de las arterias.
Uno de nuestros compañeros, comenta que él suele tomarla cuando se pone a dieta, y quiere bajar unos kilitos, porque es una fruta hipocalórica, debido a su abundante agua y a su bajo aporte en hidratos de carbono. Una buena idea, ¿no os parece?
Además, sus deliciosos granos son una notable fuente de fibra no soluble, que sacia y favorece el tránsito intestinal. Y eso sin contar ese color flamenco que tiene y ese sabor que, solo de pensarlo, se nos hace la boca agua.
Así que, no dudéis en visitar vuestra frutería de confianza y adquirir esta deliciosa fruta que acaba de llegar, y que nos va a acompañar hasta principios de año. ¿Qué, os sumáis a la filosofía de la granada? Nosotros, por supuesto que sí…