¿Cuántos de nosotros no se ha sentido, alguna vez, profundamente romántico al pasar por un magnífico campo de amapolas? Y aunque la pregunta parece una ñoñería, yo confieso que sí, y muchas. Pero además de este sentimiento, este bucólico paisaje nos debe transmitir también salud. Sigue leyendo porque hoy, Derbós, Laboratorio Natural te lo descubre.
La amapola es, aparentemente una flor frágil. Una pequeña sacudida puede hacer que sus pétalos tiemblen y caigan. Pero detrás de toda esa fragilidad se esconde una flor con mucha, mucha energía. Estamos hablando de sus semillas.
El consumo regular de las semillas de amapola le aporta a nuestro organismo increíbles beneficios nutricionales y medicinales. Y es que esas semillas tienen un alto contenido en ácidos saludables (Omega 3 y Omega 6), en fibras, vitaminas C y E y minerales.
Todo ello, convierte a las semillas de la amapola en un alimento indispensable para proteger y cuidar nuestro sistema cardiovascular, y bajar los niveles altos de colesterol y triglicéridos.
Además, este tipo de semillas también son perfectas para relajarse, gracias a su contenido en alcaloides. Un consumo regular favorece el sueño.
Así que bien en infusión, en ensaladas, espolvoreada sobre un panecillo o un dulce, en yogur o solas, introducir las semillas de amapola en tu dieta solo te va a traer beneficios.
Para nosotros, tu salud es lo primero, por eso te invitamos a probar las semillas de amapola, un alimento sano y natural muy fácil de encontrar en el supermercado o en tu herboristería de confianza. ¡Verás qué cambio!… Para nosotros han sido todo un descubrimiento.