Todos sabemos que comer sano es una inversión a largo plazo para nuestra salud, nuestro cuerpo y nuestra mente. Nuestro organismo es una máquina muy compleja que hay que cuidar y mimar desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, aunque en numerosas ocasiones no le prestamos la atención que deberíamos, ya sea por falta de tiempo o por falta de educación alimentaria.
Una buena alimentación puede aportarnos grandes beneficios y uno de ellos es mantener alejadas enfermedades tan graves como la diabetes, la obesidad, e incluso algún tipo de Cáncer.
Lo peor de todo, es que somos conscientes de la importancia de comer sano en el momento en que, a causa de invertir la pirámide de la alimentación, nos encontramos mal. Pero para no llegar a estos extremos, alimentación y salud siempre deben ir de la mano. Y eso es lo que queremos contarte hoy, a través de unos prácticos consejos para sentirte mejor por fuera y por dentro.
Qué debes comer para tener una alimentación saludable
Es tan sencillo alimentarse bien, que muchas veces nos cuesta creer que la alimentación puede acabar con la salud de una persona. Hay mil maneras de alimentarse y de cuidar nuestra salud. Pero hay unas pautas que se repiten en todos los patrones de alimentación saludable, y es decirle adiós a la bollería industrial, los platos precocinados y a los excesos.
A continuación, te dejamos una lista sencillísima de prácticas que mejorarán aún más vuestra salud. Así que probadlo, y ya nos decís qué tal…
Tips para mejorar tu salud en 21 días
- Realizar como mínimo unas 4 comidas al día con horarios regulares.
- Comer despacio, masticar bien los alimentos y procurar sentarse siempre para comer.
- Utilizar métodos saludables para cocinar los alimentos (al vapor, hervir, hornear, etc).
- Cocinar con poca grasa y poca sal.
- Mantener un estado de hidratación adecuado, mediante el consumo abundante de agua, infusiones y caldos.
- Practicar diariamente actividad física moderada.
Empieza a disfrutar, desde ahora, de una vida más plena llena de vitalidad. ¡Ahora depende de ti! Reléelos y ponerlos en práctica, porque tu mente y tu cuerpo te lo agradecerán