Cómo nos gusta pasear por la orilla del mar, dejando que el vaivén de las olas acaricie nuestra piel y sintiendo esa brisa marina en el rostro. Pero no es solo de esta forma, tan romántica, como podemos disfrutar del mar, sobre todo nosotros que tenemos la gran suerte de tenerlo aquí al lado durante todo el año. Y es que, el agua de mar es una fuente de salud increíble, rica en propiedades inigualables que le aportan a nuestra salud numerosos beneficios.
Ya desde la antigüedad, las propiedades curativas del agua de mar eran sobradamente conocidas. Estudios mucho más recientes como los “Estudios in vitro para evaluar la actividad inmunomoduladora de la solución isotónica e hipertónica Quinton en células humanas de sangre periférica”, elaborado por la Universidad de Alicante en el 2012, revelaba que el agua de mar no solo activaba el sistema inmunológico, sino también se convertía en un sistema protector que refuerza nuestro organismo.
Y es que, el mar no deja de ser un milagro de la naturaleza gracias a su composición y a los beneficios que nos aporta. El agua de mar contiene minerales con conocidos efectos antioxidantes e inmunomoduladores como el selenio, el silicio o el zinc. Además, el sodio y el cloro son elementos fundamentales para el normal funcionamiento de todas las células de nuestro organismo.
Para acabar de convenceros de lo beneficioso que es un buen baño en el mar, aquí os dejamos algunas de sus ventajas para nuestra salud.
- Mejora los problemas de piel como la dermatitis, la psoriasis, el acné, y un largo etcétera.
- ¡Es relajante! Por eso, después de un buen baño, nos sentimos menos estresados.
- Mejora los problemas respiratorios.
- Rejuvenece la piel.
- Mejora la circulación.
- Proporciona una agradable sensación de bienestar y felicidad.
Así que si tienes la suerte de poder disfrutar del mar, aprovecha lo que nos queda de buen tiempo y no dudes ni un momento ir a zambullirte en él. A partir de ahora, lo que antes era un simple baño, lo verás con otros ojos. Y es que el agua de mar nos cuida por dentro y por fuera, qué más se puede pedir?