Quizá hayas oído hablar del NAD⁺, pero no tengas del todo claro qué es o por qué cada vez más personas están interesadas en suplementarlo. Lo cierto es que esta coenzima está presente en todas las células del cuerpo y es esencial para procesos tan importantes como la producción de energía, la reparación del ADN y la salud celular en general. El problema es que sus niveles disminuyen de forma natural con la edad, el estrés, el sedentarismo o una mala alimentación. Y cuando eso ocurre, lo notamos más de lo que pensamos.
Hay personas que, a pesar de dormir bien o llevar una dieta relativamente equilibrada, se sienten con poca energía, como si les faltara chispa. No es un cansancio normal, sino una sensación de no rendir al 100 %, de tener la mente espesa o el cuerpo algo más lento. Esto puede estar relacionado con niveles bajos de NAD⁺, ya que esta molécula es clave para que nuestras mitocondrias —las centrales energéticas de las células— funcionen correctamente. Cuando esos niveles se recuperan, muchas personas notan mejoras en la concentración, la memoria, el estado de ánimo y también en su capacidad física.
Para hacerse una idea de su importancia, a los 40 años nuestros niveles de NAD⁺ pueden haber bajado hasta un 50 % respecto a los que teníamos a los 20. Esto explica por qué a partir de cierta edad cuesta más recuperarse del esfuerzo, aparecen más fácilmente las lesiones, o sentimos que necesitamos más café y más descanso para hacer lo mismo de siempre. A nivel celular, la maquinaria no funciona igual, y por eso el apoyo con determinados nutrientes puede marcar la diferencia.

Esto no significa que el NAD⁺ sea solo cosa de personas mayores. Deportistas, personas sometidas a estrés crónico o incluso quienes están pasando por una etapa de agotamiento emocional pueden beneficiarse también de mantener sus niveles en equilibrio. El NAD⁺ también influye en la inflamación, y se ha visto que niveles adecuados contribuyen a una mejor respuesta del sistema inmunitario y a una recuperación más rápida después de procesos inflamatorios o infecciones.
Y no solo se trata de energía: el NAD⁺ también tiene un papel protagonista en la reparación celular. Todos los días nuestras células sufren pequeños daños causados por el sol, la contaminación, el estrés oxidativo o el simple paso del tiempo. El NAD⁺ participa en los mecanismos de reparación del ADN, lo que permite que las células se mantengan más sanas y funcionales durante más tiempo. Por eso se asocia también con un envejecimiento más saludable, mejor recuperación tras el ejercicio y una mayor resistencia al estrés físico y mental.
Hoy en día ya es posible complementar los niveles de NAD⁺ de forma natural, y hacerlo de manera efectiva implica elegir ingredientes que trabajen en sinergia. Uno de los más conocidos es el Trans-Resveratrol, un potente polifenol presente en la piel de las uvas, que activa las sirtuinas, unas proteínas vinculadas a la longevidad celular y que dependen directamente del NAD⁺ . A esta fórmula se puede añadir el extracto de Granada, un antioxidante natural que ayuda a combatir el daño celular y a proteger las estructuras internas de la célula, y la Piperina, un extracto de pimienta negra que mejora notablemente la absorción de los activos, multiplicando su eficacia.

Por eso, desde nuestra gama de suplementación avanzada hemos desarrollado una fórmula específica, NAD+, que combina estos 3 ingredientes clave con NR (precursor del NAD⁺ ). Esta Nicotinamida Ribósido NR (cloruro de nicotinamida ribósido), la elegimos como ingrediente principal de nuestro suplemento ya que es el precursor más efectivo del NAD.
NAD+ está pensado para quienes buscan una mejora real en su energía, claridad mental y rendimiento diario, y quieren hacerlo desde una perspectiva natural y basada en la ciencia. Ideal para personas activas, exigentes o que simplemente quieren sentirse mejor en su día a día, con una cápsula que actúa desde dentro, donde todo empieza