Volver a la rutina después de las vacaciones no es tarea fácil, ¿verdad? Después de esos días de descanso, sol, risas y desconexión, la idea de regresar a la vida diaria, con sus horarios y responsabilidades, puede resultar un poco abrumadora. Incluso puede que hayas oído hablar de la famosa “depresión post-vacacional”, esa sensación de desánimo o nostalgia que aparece cuando dejamos atrás las vacaciones. Pero no te preocupes, no estás solo en esto, y además, hay formas de hacerlo más llevadero.
Lo primero que hay que entender es que es completamente normal sentir un bajón al volver a la rutina. Nuestro cuerpo y mente se han acostumbrado a un ritmo más relajado, y reajustarse puede llevar unos días. La clave está en no presionarse demasiado y en permitirte esa adaptación de forma gradual. Volver a los horarios habituales poco a poco, sin esperar que desde el primer día todo funcione como un reloj suizo, te ayudará a reducir esa sensación de agobio.
Una buena idea es planificar algunas actividades agradables para los primeros días de vuelta. ¿Por qué no reservar un rato para ver esa serie que tanto te gusta o quedar con amigos para un café? De esta manera, no sentirás que el ocio se ha terminado del todo, y podrás ir integrando las obligaciones con pequeños momentos de disfrute. No se trata de renunciar por completo a lo que nos hace felices, sino de encontrar un equilibrio entre las responsabilidades y el bienestar personal. Otro consejo clave es cuidar tu alimentación y tu descanso. Durante las vacaciones solemos desordenar un poco nuestros hábitos, y está bien, pero ahora es el momento de volver a una dieta equilibrada y asegurarte de dormir lo suficiente. No subestimes el poder de una buena noche de sueño y una alimentación saludable para tu estado de ánimo. Los alimentos ricos en vitaminas B, como los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos, pueden ayudarte a mantener altos tus niveles de energía y mejorar tu bienestar emocional.
Además, aunque no siempre es lo que más apetece, hacer ejercicio también puede ser de gran ayuda. No tienes que apuntarte a un gimnasio si no te gusta; basta con moverte un poco, dar un paseo, bailar en casa, o lo que te resulte más placentero. El ejercicio libera endorfinas, que son las hormonas de la felicidad, y además, ayuda a reducir el estrés y mejorar tu calidad de sueño. Recuerda, no es una obligación ni algo que deba sumarse a la lista de tareas pesadas, sino una forma de cuidar de ti mismo.
Si sientes que te está costando más de lo normal retomar tu ritmo y necesitas un pequeño empujón, puedes considerar apoyarte en algún complemento natural. Por ejemplo, Balantium Hipermonium Retard es una opción interesante.
Con una nueva fórmula en comprimidos BICAPA, con dos fases, una rápida, de efecto inmediato, y una lenta, estable en el tiempo.
Está elaborado con Albahaca morada, que apoya la función cardíaca, ayuda a mantener la vitalidad y contribuye a mantener la resistencia al estrés, e Hipérico, que contribuye al balance emocional normal y a mantener una actitud positiva, algo que puede ser justo lo que necesitas en esta etapa.
También Azafrán y Pasiflora, que ayuda a inducir un descanso y un sueño tranquilo, ayudar a calmarse y a inducir a la relajación.
Además está formulado con Tiamina, Niacina y las Vitaminas B6 y B12, que contribuyen al funcionamiento normal del sistema nervioso y a la función psicológica normal, mientras que los folatos también apoyan estas funciones.
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Una manera natural de darle a tu cuerpo y mente el extra que necesitan para volver a la carga con una sonrisa. Finalmente, no te olvides de ser amable contigo mismo. No siempre es fácil regresar a la rutina, y está bien tener días en los que te sientas menos motivado o algo perdido. Lo importante es darte tiempo, escucharte y encontrar formas de reconectar con lo que te hace sentir bien. La vuelta a la rutina es una oportunidad para redefinir tus prioridades y ajustar el rumbo, así que tómalo como un proceso de redescubrimiento, más que como una obligación. ¡Tú puedes con esto!