Octubre es, por excelencia, el mes dedicado al cáncer de mama. Y si bien es cierto que asociaciones de todo el mundo luchan durante todo el año contra esta enfermedad, este mes, el cáncer de mama tiene más visibilidad a través de campañas y actividades para concienciar a la sociedad de la importancia de prevenirla y combatirla.
Desde Derbós, conocemos los efectos de esta enfermedad y como afecta a las mujeres y a su entorno más próximo, haciendo peligrar el equilibrio de su existencia por culpa de una enfermedad que te cambia la vida.
Hoy, desde nuestro blog, queremos poner nuestro granito de arena contra el cáncer en general, y contra el cáncer de mama en particular hablándoos de la relación que hay entre la alimentación, el deporte y el riesgo de padecer cáncer.
Según un estudio realizado por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, seguir una alimentación basada en la Dieta Mediterránea puede llegar a reducir en un 30% el riesgo de padecer cáncer de mama.
Además, la práctica regular de ejercicio físico es un factor protector. La recomendación habitual es realizar una actividad equivalente a caminar de forma activa durante media hora todos los días, aunque se aconseja incrementar este tiempo siempre que sea posible. Este efecto protector es mayor si el tipo de actividad física es más vigorosa, como es el caso de la natación o de montar en bicicleta. El efecto beneficioso del ejercicio físico aplica a todas las edades y, por tanto, es un factor protector en cáncer de mama tanto premenopáusico como postmenopáusico.
Aunque el cáncer sigue siendo una de las principales causas de mortalidad por detrás de otras enfermedades para ambos sexos, y la primera para las mujeres, la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama ha experimentado un fuerte ascenso durante los últimos años. Esto se ha logrado gracias a los avances en la investigación y la aparición de nuevos tratamientos, ya que las pacientes disponen de muchos más medios para seguir con normalidad su vida.
Pero si la lucha contra el cáncer de mama es importante, el diagnóstico precoz es vital para un mejor diagnóstico. Ya que cogerlo a tiempo, aumenta las posibilidades de curación que pueden ser del 100% si se detecta con antelación. Así que, ya sabes, no debemos descuidar las revisiones anuales y si detectamos cualquier anomalía, visitar rápidamente a nuestro médico.